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Federación española de enfermedades raras

Dar la vida a la vida, un cuento sobre las pequeñas acciones

Imagen del mar

Dar la vida a la vida, un cuento sobre las pequeñas acciones

Servicio de Atención Psicológica

Desde nuestro Servicio de Atención Psicológica, queremos compartir con todos vosotros este bellísimo cuentosobre la importancia de sensibilizar con las pequeñas acciones y sobre cómo, pequeños montoncitos de arena, terminar por formar una montaña. El autor de este relato es José María Doria, recogido en su libro Relatos eternos. En un lejano paraje de sol y de paz, se hallaba un escritor de nombre Cronom que vivía junto a un pequeño poblado de pescadores. Su vida era tranquila y de todos era conocido que gozaba del respeto y la estima de las personas que lo conocían. Cronom, amante de los silencios y de la contemplación de la naturaleza, todas las mañanas solía caminar al alba por la orilla del mar, observando el disco solar que pleno de vida y fuerza le enviaba las más bellas inspiraciones. Sucedió que un día, aparentemente como todos, encontrándose paseando por aquella desierta playa, de pronto, divisó a una joven que, por sus movimientos, parecía estar bailando sobre la orilla. Poco a poco, conforme se fue acercando, comprobó que se trataba de una hermosa muchacha que recogía las estrellas de mar que hallaba en la arena y, las devolvía al Océano con gracia y ligereza. ¿Por qué hace eso? Preguntó el escritor un tanto intrigado. ¿No se da usted cuenta? Replicó la joven. Con este sol de verano, si las estrellas se quedan aquí en la playa, se secarán y morirán. El escritor no pudiendo reprimir una sonrisa, contestó: Joven, existen miles de kilómetros de costa y centenares de miles de estrellas de mar... ¿Qué consigue con eso? Usted sólo devuelve unas pocas al océano. La joven tomando otra estrella en su mano y mirándola fijamente, dijo: Tal vez, pero para ésta ya he conseguido algo... y la lanzó al mar. Al instante le dedicó una amplia sonrisa y siguió su camino. Aquella noche, el escritor no pudo dormir... Finalmente cuando llegó el alba, salió de su casa, buscó a la joven a lo largo de aquella playa dorada, se reunió con ella y, sin decir palabra, Comenzó a recoger estrellas y devolverlas al mar. Última actualización: 4 de diciembre de 2017.

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