Cargando...

Federación española de enfermedades raras

"Los médicos no lograban dar con un diagnóstico", recuerda Marcia

Fotografía de archivo: torso de mujeres

"Los médicos no lograban dar con un diagnóstico", recuerda Marcia

Marcia (nombre ficticio)

Patología

Sin Diagnóstico

Todo comenzó con trastornos hormonales y cambios en el desarrollo de mi hija a los 13 años. Recuerdo que me decía: "Mamá, tengo que ir al baño varias veces y si no, me duele horrible." Aunque nunca sufrió de cistitis, dolor de espalda o huesos, sí experimentaba una hinchazón en su pancita al entrar en contacto con el agua de las piscinas. A veces, esta situación era tan extrema que llegaba a vomitar. En Estados Unidos, donde vivíamos antes, esto no sucedía, y ella podía disfrutar del mar y las piscinas sin problemas.

Sin embargo, tras mudarnos a Perú cuando ella tenía 12 años, todo cambió. Empezamos a notar algunos síntomas preocupantes, pero lamentablemente, los médicos no lograban dar con un diagnóstico certero. Hemos pasado por diferentes especialistas, desde urólogos hasta ginecólogos, y ninguno ha logrado identificar la causa de sus dolores y malestares.

Recuerdo que, en una ocasión, al saltar sufrió un desgarramiento muscular, y más tarde le diagnosticaron dos hernias inguinales y una fibrosis vesical, por suerte no relacionada con el cáncer. Aunque ha sido operada y sus dolores parecen haber disminuido, todavía enfrenta molestias especialmente durante su menstruación. Esto ha afectado su vida en el colegio, y la situación es complicada.

La ginecóloga le prescribió unos parches de hormonas para regular su menstruación, pero estos provocan efectos secundarios no deseados, como un aumento de peso, irritación e inestabilidad en su líbido.

Actualmente, estamos tratando de mantener la esperanza de que poco a poco ella supere todo esto, pero ha sido un largo camino de incertidumbre y desafíos médicos. Algunos médicos sugieren que podría ser psicosomático, mientras que otros apuntan a su edad y problemas hormonales.

Agradezco sinceramente a todos los profesionales que hemos conocido en este proceso, pero ya no deseamos seguir buscando más médicos. Solo esperamos que, con el tiempo, mi hija pueda encontrar el bienestar y la salud que tanto anhelamos para ella. Mientras tanto, seguimos apoyándola y acompañándola en su camino hacia una vida más plena. Gracias por escucharme.

Publicación: