"No debería sentirme culpable por cuidar de mí misma", afirma Ester
Ester (nombre ficticio)
Llevar enferma durante tres años ha sido una experiencia agotadora tanto física como emocionalmente. En este tiempo, he tenido que enfrentar numerosos desafíos, pero hay una injusticia en particular que me está afectando profundamente. Cuando recibí el diagnóstico de mi enfermedad, supe que mi puesto de trabajo en la Junta de Andalucía ya no sería viable para mí. Por lo tanto, solicité un cambio de puesto que me concedieron, aunque aún no había una vacante disponible para incorporarme.
Desde entonces, mi vida laboral se ha convertido en un proceso de espera interminable. Intento trabajar a pesar de mi enfermedad, sacrificando mi salud y restándole años a mi vida en el proceso. Cada vez que me veo obligada a tomar una baja, me siento culpable como si estuviera haciendo algo malo, cuando en realidad solo estoy luchando por mantener mi salud y bienestar.
Cuando estoy en el trabajo, hago todo lo posible por dar lo mejor de mí, pero lamentablemente, mi salud no siempre me permite rendir al máximo. Esto ha generado problemas con algunos compañeros, ya que si mi carga de trabajo se reduce para adaptarse a mi condición, recae sobre los hombros de otros colegas, lo cual es comprensiblemente injusto para ellos. Entiendo que algunos opten por callar y soportar la carga adicional, pero mi principal preocupación sigue siendo cómo esta situación me está afectando a mí y a mi bienestar emocional.
Me siento atrapada en esta situación, sin saber qué más puedo hacer. He intentado luchar por mis derechos y solicitar el apoyo necesario para realizar mi trabajo de manera más adecuada a mi condición de salud, pero la falta de vacantes disponibles parece bloquear cualquier posibilidad de mejora.
En ocasiones, me pregunto si debería seguir sacrificando mi salud y mi felicidad solo para mantenerme en un trabajo que me está afectando negativamente. No debería sentirme culpable por cuidar de mí misma y de mi bienestar, pero la presión y la incertidumbre me hacen dudar constantemente.
Agradezco esta oportunidad de expresar mi situación y mis sentimientos. Es reconfortante saber que hay personas dispuestas a escuchar y comprender mis preocupaciones. Sin embargo, siento que aún estoy buscando respuestas y soluciones para superar esta injusta situación laboral.
Espero que algún día encuentre una solución que me permita cuidar de mi salud y al mismo tiempo continuar aportando mi trabajo y habilidades al mundo laboral. Mientras tanto, trato de mantener la esperanza y la fuerza para seguir adelante, enfrentando cada desafío que se presente y buscando el apoyo que necesito para sobrellevar esta difícil situación.
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